Trabajar por Internet, ventajas y desventajas de la nueva forma de empleo

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Trabajar por internet, ventajas y desventajas de la nueva forma de empleo

Decidas comenzar a trabajar por tu cuenta, o bien tengas una tienda online, es importante saber qué supone llevar tu trabajo a la red.

La tecnología ha crecido y evolucionado de una forma que no deja de sorprendernos. Las novedades en este ámbito siguen surgiendo casi a cada día que pasa, colmándonos de herramientas y posibilidades imposibles de imaginar hace tan siquiera una década. Muchas de las acciones del día a día pasan ahora por el filtro de un aparato electrónico que no hace más que facilitarnos la tarea.

Leemos periódicos digitales, visitamos páginas web para informarnos, ojeamos redes sociales para ver cómo están nuestros allegados e incluso hacemos las compras a través de internet. El potencial de lo tecnológico es algo que, como salta a la vista, no parece tener límite, y uno de de los ámbitos donde más está consiguiendo influir es en el laboral. No solo por lo que es capaz de agilizar o simplificar, sino también por las nuevas formas de trabajo que puede generar.

De hecho, la red de redes y la evolución que ha sufrido en estos últimos años ha propiciado una situación extremadamente cómoda y cada vez más extendida: el trabajo desde casa. Cada vez hay más y más personas que están comenzando a abandonar las oficinas y los establecimientos para establecer su puesto de trabajo en su propio hogar. Trabajar por Internet ya no es solo una posibilidad remota, es toda una realidad vigente.

Aquellos que deciden actuar por cuenta propia han encontrado en las tiendas online una muy buena vía no solo de emprender, sino de hacerlo desde la comodidad de su salón. Evidentemente, los trámites burocráticos y todos los mecanismos legales deben seguirse a rajatabla, pero la gestión del negocio, la atención a los clientes y todas las demás facetas de la empresa pueden llevarse desde un mismo sitio, sin necesidad de desplazamientos y, sobre todo, con la posibilidad de conciliar horarios con mayor facilidad.

Se sigue necesitando muchísimo trabajo, horas y sacrificio; pero la libertad que se consigue a cambio es algo prácticamente imposible de obtener de otra forma. Puedes realizar tus labores desde tu móvil, tu tablet o cualquier ordenador que tengas a disposición, siempre y cuando haya una conexión a internet que te lo permita.

Luces y sombras del trabajo por internet

Luces

Las ventajas, como veníamos diciendo, tienen que ver sobre todo con la comodidad que supone llevar tu comercio electrónico desde tu propio hogar, o simplemente desde donde quieras. A consecuencia de esto, los gastos en transporte o movilización que se pudieran tener con un desplazamiento a una oficina quedan reducidos a nada. Este coste tan tradicional desaparece por completo.

Este punto del ahorro se extiende considerablemente. No solo por evitar el transporte, sino también por los costes derivados que este suele suponer. Cuántas y cuántas veces se ha tenido que comer o incluso cenar fuera de casa por tener que echar más horas en la oficina, cuántas averías de coche han surgido a raíz de ese continuo ir y venir… Todo esto queda fuera, simplemente, en el olvido, cuando tu lugar de trabajo es tu propia vivienda.

Por otro lado, la sensación de tener a un superior rondando en tu cercanía también desaparece (aunque si eres tu propio jefe es una figura imposible de imaginar). La presión sigue estando presente, ya que de tu labor depende el futuro de tu comercio; pero la flexibilidad que se consigue en cuanto a horarios es algo inimaginable. Casi siempre se trabaja por objetivos y con fechas límite, ofreciendo una gran libertad para administrar el tiempo.

Además, aunque llevar adelante un negocio como una tienda digital exige de una gran implicación, hacerlo a través de la red abre la puerta a conciliar esta labor con otros empleos. Esto supone una mayor carga y limita la disponibilidad, aunque a cambio permite aumentar la generación de ingresos o incluso tener un respaldo económico con el que abordar un desarrollo más lento de la empresa a la que estés dando forma con cierta tranquilidad.

Sombras

En la otra cara de la moneda se encuentra un factor evidente, el humano. No estar en una zona de trabajo, en el mismo recinto que otros compañeros, hace que se pierda el contacto directo y la sociabilidad. Las relaciones interpersonales se convierten en algo prácticamente inexistente, por mucho que se abra un chat con el que conversar e interactuar. Nunca es lo mismo que el trato directo y cara a cara.

Aunque con un comercio electrónico la carga laboral es constante, siempre pueden haber malas rachas. Además, si eres un trabajador por cuenta propia, un freelance, es posible que lleguen temporadas en los que no entre ninguna propuesta, dejando la estabilidad económica como una idea poco habitual.

Además, generalmente estos encargos que se llevan a cabo son pagados mediante plataformas electrónicas. Los pagos por Internet tienen como principal desventaja la existencia de cargos adicionales, añadidos por el intermediario. En caso de hacerse transferencias bancarias este problema desaparece, pero si se recurre a sistemas como PayPal u otras variantes, probablemente aparezca una comisión adicional que te impida recibir el importe limpio.

La última gran desventaja del trabajo por internet, sobre todo cuando se trata de llevar adelante una tienda online, es la siempre presente sombra de las horas extra. Es cierto que la flexibilidad horaria siempre suena como punto a favor, pero puede traer consigo el echar más tiempo del adecuado para terminar un pedido, arreglar un problema o preparar varios envíos (sobre todo cuando se está comenzando).

Debido a eso, es tremendamente importante marcarse un total de horas máximas al día, incluso un horario preestablecido que seguir a pies juntillas. Es la única forma de no sobrecargarse, e incluso la mejor manera de aumentar el rendimiento laboral.

Sin Internet sería imposible ya no solo plantearse la idea del comercio electrónico, también la de poder trabajar desde casa o desde donde se quiera y cuando se quiera. Es una opción tremendamente versátil y cómoda, pero siempre conviene conocer su contrapartida. Si no hay cierto autocontrol y rigurosidad, puede traer más desventajas que beneficios.


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